XXXIV MARATON DE VALENCIA TRINIDAD ALFONSO (16 – 11-2014) |
“Si
quiere ganar, corra cien metros. Si quiere experimentar la vida,
corra maratones” (Emil Zatopek).
En la Feria con el dorsal. Foto Inma Goya |
De camino. Foto Inma Goya |
Hace
unos pocos años no pensaba en participar en carreras, hasta que un
día decidí hacer mi primera media maratón (que también fue mi
primera carrera) y me enganchó, a partir de ahí todo fue buscar
nuevos retos a los que enfrentarme, el domingo 16 terminé mi quinto
Maratón.
En esta ocasión fue en Valencia, era
la primera vez que salíamos de fin de semana para una carrera y la
experiencia fue genial.
Tras esperar toda la semana a que
llegara el momento, el sábado por la mañana salimos Inma y yo hacia
Valencia a eso de las 10 de las mañana. El viaje fue rápido
tardamos tres horas y poco en llegar, por lo que a la una, más o
menos, estábamos allí, aunque luego buscar el hotel fue otra cosa,
tardamos casi una hora en encontrarlo, cosas de no tener gps, pero a
las 14:00 ya nos habíamos registrado y nos dispusimos a ir hacia la
feria del corredor, situada en la Ciudad de las Artes y las Ciencias
, a recoger el dorsal y a comer.
Una vez recogido el dorsal y haber
visto la feria nos fuimos al oceanográfico, donde comimos en uno de
sus restaurantes y después nos quedamos a verlo.
Preparandonos. Foto Inma Goya |
Tras ver todo lo que nos dio
tiempo,pudimos verlo entero, nos fuimos para el hotel y de decidimos
coger el metro para comprobar el tiempo que tardaríamos por la
mañana en llegar hasta la salida,
Camini de la salida. Foto Inma Goya |
El metro en Valencia es pequeño,
tiene pocas paradas y los trenes tardan bastante en pasar.
Ya en el hotel tarde, solo quedaba
descansar y esperar al día siguiente.
Por fin llegó el día, a las 6:45
nos levantamos para desayunar, el hotel había previsto un desayuno
especial para corredores, ya que éramos muchos los que allí
estábamos alojados y que participaríamos en la carrera.
Desayunamos y nos preparamos para la
carrera, yo con el dorsal, zapatillas, equipación e Inma con la
cámara y todo lo necesario y nos fuimos al metro.
La mañana era perfecta, cielo
despejado, con una buena temperatura, que después se convertiría en
calor y sin el tan temido viento que, según las previsiones , podría
aparecer, Al salir del metro nos separamos, ella se fue al kilómetro
17 donde, ya habíamos previsto, y yo hacia la salida.
Llegué bastante justo de tiempo, a
falta de 10 minutos me coloqué en el cajón que me correspondía,
eso si, bastante atrás, a estas horas ya estaba la mayoría de
corredores en su sitio, solo quedaba esperar la salida.
Esperando la salida |
A las 9 se dio comienzo a la prueba,
éramos miles y miles de corredores, 13500 inscritos, por lo que
tardé bastante en cruzar la línea de salida.
Los primeros kilómetros era difícil
correr, apenas había huecos donde colocarse y había que seguir el
ritmo de todos los corredores. Para esta ocasión quería bajar de
3:30 por lo que debería seguir un ritmo de 4:58 el kilómetro. Al
principio fue imposible, entre tanto corredor sali a un ritmo de
5:10, pero no me preocupaba porque sabía que había tiempo de sobra
para alcanzar ese ritmo. Los primeros kilómetros volaban, hasta el
10 se pasaron sin darme cuenta, el magnifico ambiente que había en
todo el recorrido, hacía que disfrutara de la carrera, aunque en
esta primera parte había alguna zona sin público, en general la
ciudad se volcó con la prueba. Cada pocos kilómetros había grupos
de batucada, gente disfrazada, las fallas también estaban, personas
con la música en los coches que le daban mucha alegría al
recorrido, mucho ambiente en genral en toda la prueba.
Animándome a estas alturas ya iba a
buen ritmo, había conseguido llegar a lo que tenía pensado, pero
aún bajaría algo más para ir a 4:50, la mayor parte de la prueba.
km 17. Foto Inma Goya |
Aunque de momento todo iba bastante
bien, en el kilómetro 15, comencé a sentir unas molestias en el
gemelo derecho que me hicieron pensar que no podría acabar, pero
,aunque no se fueron en toda la carrera, no me impidieron correr.
Con esas molestias pronto llegaría
al kilómetro 17, que era el primero donde vería a Inma, aquí, con
las fuerzas intactas, nos vimos por primera vez , todo marchaba bien
y me sentía muy fuerte, la próxima sería en el kilómetro 26.
Hasta este momento estaba disfrutando
de la carrera, a pesar de que el calor empezaba a dejarse notar, a
las 10 de la mañana hacían 20º, el viento no había aparecido, y
me sentia bastante fuerte aunque iba guardando fuerzas para el tramo
final.
km 40. Foto Inma Goya |
Así llegué a la media maratón, se
me había pasado rapidísimo, solo quedaba otra media y aún tenía
muchas fuerzas, las molestias no iban a más y podía correr sin
dificultad, dentro de poco llegaría el kilómetro 26, donde volvería
a estar Inma.
Cuando disputo carreras tan imponentes
como un maratón , en la que la fuerza mental es tan importante como
la física, tener unos puntos donde sabes que hay alguien de los
tuyos que te espera es una motivación extra para ir cubriendo etapas
en la carrera.
Devorando los kilómetros llegué al
26 , aquí, la gente que animaba prácticamente hacía que nos
pusiéramos en fila de a uno y entre toda esa gente volvía a estar
Inma para animarme y sacar esas fotos para recordar que sí estuvimos
allí. Siempre es una alegría ver a alguien que te anima
incondicionalmente, la siguiente vez que nos veríamos sería en el
kilómetro 40, casi en meta.
Km 40. Foto Inma Goya |
Desde este momento empezaba la parte
más dura del Maratón, en esta ocasión iba fuerte y mantenía el
ritmo. En el 30 vi que tenia reservas e intenté aumentar el ritmo y
así lo hice durante 5 kilómetros, pero en el kilómetro 35, empecé
a pasar dificultades, había hecho mucho calor durante toda la
carrera y empezaron las molestias musculares serias. Empezaban a
darme calambres y sabía que ya no pararían hasta el final. A estas
alturas de la prueba ya veía a gente caminando, a corredores en el
suelo con los fisios y cuando ves que tú también empiezas a tener
verdaderas dificultades, piensas muchas cosas, pero tienes que
seguir, no puedes parar si no es porque ya el cuerpo dice basta, y
eso es significa que ya no puedes dar un paso más.
Últimos metros |
Durante todo el recorrido había gente
animando, muchísima gente, muchos gritando el nombre escrito en el
dorsal, pero es en esta parte del recorrido cuando esos ánimos
cobran mucha más importancia, es ahora cuando los ánimos de todos
los que te ven te llevan hacia la meta.
Faltaban 7 kilómetros y serían muy
duros, los calambres aparecían y se iban, tuve que bajar el ritmo
pero intentando mantener el necesario para conseguir esos 3:30
deseados. El gps me marcaba los km 500 metros antes de los marcados
en el recorrido por lo que tenía que calcular bien el esfuerzo y la
distancia.
Conseguido |
Poco a poco, ya con muchos calambres,
intentando minimizar el dolor echándome el agua de los
avituallamientos en las piernas desde hacía ya bastantes kilómetros,
estirando las piernas en cada zancada sin parar de correr, me
acercaba al km 40,
esperando ver a Inma y recibir esos ánimos y esa
inyección de fuerza extra para poder llegar.
Terminado y descansando. Foto Inma Goya |
Ahí estaba, animando y sabiendo que
sufría bastante, los gestos y la cara me delataban, pero solo
quedaban 2 kilómetros. Apretando los dientes e intentando no bajar
el ritmo, me acercaba a la meta, pero esta estaba algo más lejos de
lo esperado, tras una recta y pasar bajo varios arcos y una curva a
derecha e izquierda, se presentó delante mí la pasarela azul
montada sobre el agua que nos llevaba directos a meta, mirando el gps
vi que este se iba a los 42,700 y el tiempo, a falta de la recta
estaba en 3:30, con un último esfuerzo hice la recta final para
acabar en 3:30:26.
Medalla merecida |
En el hotel ya relajado. |
Al final no conseguí bajar de 3:30,
pero esto es el maratón.
Hasta ahora, esta es mi mejor marca en
esta distancia por lo que acabé muy contento.
Valencia es una gran prueba, con un
recorrido muy agradecido para el corredor, ademas la ciudad se vuelca
con la carrera, lo que hace que la motivación sea mucho mayor, la
única pega que puede tener, es la falta de transporte al acabar,
sobre todo si el hotel está separado de la meta, pero aún así es
una prueba muy bonita, tanto para el corredor como para el
espectador, ya que se puede ver a los corredores en varios sitios
apenas moviéndose unos metros.
Sin
duda en cuanto pueda, volveré a Valencia a disputar esta bonita
carrera.
Roberto